La sequía no solo afecta a las personas, sino también a la biodiversidad del país. Chile alberga una gran variedad de ecosistemas, desde los desiertos del norte hasta los bosques templados del sur, todos los cuales están siendo impactados por la falta de agua. La flora y fauna local está sufriendo las consecuencias de la sequía, con especies en peligro de extinción enfrentando una disminución de su hábitat natural. Animales como el guanaco y el zorro chilote dependen de fuentes de agua que ahora son cada vez más escasas.
Las plantas nativas también se ven afectadas por la falta de agua. Muchas de las especies que habitan en zonas áridas tienen adaptaciones especiales para sobrevivir en condiciones de baja humedad, pero el prolongado periodo de sequía ha superado incluso su capacidad de resistencia. Esto genera una pérdida de biodiversidad y pone en peligro el equilibrio de los ecosistemas. Además, los incendios forestales, que han aumentado en frecuencia y gravedad debido al cambio climático, destruyen vastas áreas de vegetación, agravando aún más la situación.
La conservación de la biodiversidad es crucial para el bienestar del medioambiente y de los seres humanos. Las áreas protegidas, como parques nacionales y reservas naturales, desempeñan un papel fundamental en la preservación de las especies y los ecosistemas. Sin embargo, es necesario aumentar los esfuerzos para restaurar los hábitats afectados y frenar la expansión de actividades humanas que degraden aún más los recursos naturales.